Creado a partir de la renovación de una antigua residencia de los Padres Carmelitas Descalzos, este establecimiento tiene una capacidad de alojamiento de 55 plazas para personas mayores autosuficientes y no autosuficientes, en habitaciones individuales y dobles, equipadas con cuarto de baño y televisión.
El comedor con TV y radio, el consultorio y el gimnasio equipado para gimnasia y fisioterapia completan el alojamiento.
La cocina garantiza menús completos y variados, con posibilidad de dietas personalizadas según las necesidades de los huéspedes.
El centro ofrece todos los servicios médicos y asistenciales básicos, además de actividades de entretenimiento y talleres creativos destinados a mejorar la calidad de vida de los ancianos.
El verdadero orgullo de la residencia son los dos hermosos jardines equipados con sillas, sombrillas y pérgolas y el espléndido parque contiguo con zonas protegidas donde los huéspedes pueden sentirse a gusto y moverse con seguridad.
La residencia está situada en una zona tranquila en el centro del pueblo.