Asana, pranayama, mudra y mandalaes la primera clase de yoga para los huéspedes de la Rsa 'San Francesco' en Recco.
El servicio educativo del centro ha organizado una serie de clases de yoga para ancianos, aptas también para huéspedes no autosuficientes: combatir el sedentarismo y hacer que la vida cotidiana de los ancianos se enriquezca con nuevos estímulos de actividades físico-rehabilitadoras actualizadas son los conceptos que han guiado a la educadora Dra. Chantal Errico, profesora titulada de yoga, en la concepción de este proyecto educativo.
Bajo su dirección, los huéspedes de la residencia de ancianos se acercaron por primera vez a esta antigua disciplina, conocida por sus beneficios físicos y mentales: empezaron con la "respiración consciente", ejercicios respiratorios prudentes y reflexivos, adecuados para las personas mayores, y luego pasaron a despertar las articulaciones, en particular las de las manos y los pies, con pequeños juegos de abrir y cerrar los dedos. A continuación, ejercicios posturales en beneficio de la columna vertebral.
"Las próximas lecciones también se centrarán en las vibraciones interiores. Haré que los ancianos ensayen las vocalizaciones que se suelen pronunciar para cada chakra y enseñarles una campana tibetana de verdad", dijo la educadora Chantal Errico.
"Nuestro servicio educativo está a la altura de los tiempos: el yoga, como todas las actividades de rehabilitación física que se ofrecen a nuestros huéspedes, puede permitir a las personas mayores volver a sentirse cómodas con su cuerpo, moverse con más conciencia en el espacio y ganar confianza en sí mismas, para afrontar mejor los cambios físicos debidos a la edad", afirma la directora del centro, Francesca Chiarlo.